Adios

Rompo mi silencio antes de tiempo para despedirme. Sé que dije que no le dedicaría más entradas, pero la verdad es que, aunque no se merece una despedida, se la voy a dar.

Me has dado tanto amor y tanto veneno que, aunque este final no tiene moraleja, creo que todos esos recuerdos juntos se merecen un adios, una despedida, unos minutos de mi tiempo.
No olvidaré el tiempo que pasamos juntos, ni tiraré las fotos... solo te olvidaré a ti.

He caminado descalza sobre todos nuestros recuerdos y me he cortado. Pero no ha sido con ellos, sino con las mentiras, afiladas, que se escondían entre esos buenos momentos. Pequeñas y mal intencionadas, han hecho que mis pies sangren y me han obligado a detenerme. En esa pausa, he visto que no quise darme cuenta y que esa ha sido la causa de las heridas que ahora intentaran sanar poco a poco.

Ya he eliminado tu amor de mi corazón y tu veneno de mi sangre, pero siempre que piense en ti, el amor y el odio apareceran porque han sido, por desgracia, el principio y el final de todo.