Desde que acabé el máster, me mudé de vuelta a casa y tal, he sentido más y más presión sobre mí. Muchas veces yo misma he multiplicado la que los demás me ponían, hasta hacerla una bola ENORME. A veces me sentía paralizada pero trataba de seguir adelante y de adaptarme a la nueva situación.
Por aquí sabréis que he estado trabajando unos meses en una Academia y, aunque no ha sido tanto tiempo realmente, no sabéis lo mucho, muchísimo que he aprendido. Y no solo a nivel profesional (aunque dedicarme a la enseñanza siga sin ser mi intención), también a nivel personal.
Aprendí a ser responsable, a tomar decisiones sobre la marcha. A enfrentarme a ese miedo a ser el centro de atención, sobre una tarima, con personas mayores y menores que yo. Con sus uniformes y su forma de ver las cosas. A gente que no te ve realmente, que te mira y piensa "¿tiene esta niña edad para estar aquí?"
He tenido que lidiar con situaciones que me han hecho sentir muy pequeña, con personas que en el pasado me hicieron daño, con momentos en los que me he sentido inútil, una completa inútil.
¿A qué viene todo esto? Yo soy una persona a la que le aterra que pase el tiempo, volver la vista atrás y ver que no ha hecho nada. Todo lo que he avanzado estos meses me ha hecho cambiar mi punto de vista, aunque todavía hay pasos que no me atrevo a dar, siento que soy diferente, que algo dentro de mí ha hecho "click".
El año que viene, por esta fecha, quiero volver, releer esto y ver que he seguido avanzando, que eso que ha hecho "click" sigue colocado en su sitio y he seguido creciendo. Y ojalá lo haga lo suficiente como para ser valiente y dar alguno de los pasos que tanto miedo me dan.
Esto más que nada era poner un puñado de pensamientos "en voz alta", que quedara constancia en alguna parte de lo mucho que ha seguido cambiando todo (y eso que este año pasado la vida me ha zaleado bien) pero nada comparado con esta parte de 2019 y para recordarme que estos meses tan dispares, extraños y maravillosos me han convertido en alguien que me gusta un poquito pequeño.
Para que no se quede esto tan soso, os dejo una foto de un regalito de cumple. Vanellope no pega mucho con mi colección de funkos pero me enamoré de ella cuando la vi <3
P.D.: ahora que se me ha acabado el contrato y echo tanto de menos a mis "niños", miro hacia el primer día, cuando me tuvieron que empujar porque no era capaz de cruzar el umbral de la puerta de la clase y me alegro de haber aceptado el trabajo pese a todo. Porque nunca se sabe dónde vas a encontrarte.
Atormentarse a uno mismo es peor que el hostigamiento ajeno U_u Así que mucho ánimo, que ya este año llevas mucho hecho y estoy segura de que más adelante, pues aún más :DDD Felicidades ^^
ResponderEliminarGracias :) Es uno de mis defectos, soy quien más me critica y me presiono (al final soy quien más daño me hago). Gracias por los ánimos y por pasar por aquí siempre :)
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