Tenía programada para ayer/hoy una entrada totalmente diferente. En ella compartía fotos, os decía que no me han dado plaza en el curso que me gusta pero que he mandado pre inscripción para otro que, aunque más carete, es también más completo.
Comentaba que estoy triste y un poco baja de ánimo pero que trato de ser fuerte y de seguir adelante sin tropezarme en exceso y exigiéndome mejorar un poquito más cada día.
Pero es mentira. No he sido sincera con nadie, ni siquiera conmigo misma. Anoche se me vino todo encima, como un tsunami que lo arrasa todo y te deja en la oscuridad, helada y perdida. Me tragó y me vi arrastrada al fondo, muy hondo.
Hay cosas en mi vida que ya no funcionan como antes. He ido juntando granito a granito de arena hasta encontrarme con una montaña. Y si me paro a pensar, hay cosas en esa montaña que nunca han llegado a funcionar. Simplemente yo las ignoraba porque pensaba que con el tiempo poco a poco irían a mejor.
Una de ellas es mi pareja. Ahora que estamos separados, ahora que me duele la distancia, me he parado a pensar en cosas que siempre han estado ahí. Es un hecho que su familia no va a quererme nunca y también es un hecho que para él siempre van a ser muy importantes. Pero después de casi 10 años de relación, esperaba ser la primera opción en temas muy importantes que solo nos atañen a nosotros (como nuestra boda por ejemplo) en lugar de que ellos sigan siendo el "filtro" por el que tiene que pasar todo.
Pensaba que por fin sería suficiente.
Ya no se trata de lo que nos queramos, porque eso no es suficiente (por desgracia). Se trata de esta angustia que me atenaza el corazón. Se trata de que he peleado fuerte, para que todo lo que me han hecho no afectara, he sonreído y aguantado cosas que quizás no debería haber aguantado... pero ahora era el momento de que peleara por mí.
Digamos que es un tema muy complicado, que me llena de angustia, de terror... y me paraliza. Me arrepiento de haber organizado (casi no hay "organizado" realmente) las vacaciones. Pensé que nos ayudaría y para mí tiene un valor sentimental incalculable pero estoy tan mal ahora mismo que solo puedo sentir que hablamos idiomas diferentes y que tengo que afrontar que nunca voy a estar por delante.
Sé que debería aferrarme a alguna cosa que me guste, mantener la mente ocupada y hablar con él (otra vez) para dejar claro lo que siento y lo que ahora mismo pienso. Pero hay veces que no puedo seguir, que siento que no logro expresar lo que quiero o que no llega a las personas. Hoy me gustaría hacerme muy, muy pequeña, hasta desaparecer.
Por lo menos estos días, que he perdido el apetito, estoy perdiendo algo de peso. Llevaba tiempo queriendo bajar y parece que ahora es el momento D:
Disculpad el "melodrama", es el único sitio donde puedo desahogarme aunque sea un poco. Gracias por pasar a leer, intentaré traer algo mejor la próxima vez (y trataré de seguir aquí también).
Tampoco me lo tengáis en cuenta, es difícil porque siento que hemos retrocedido en lugar de avanzar y duele. Porque a lo mejor no me lo merezco, porque yo hago todo lo que puedo y a veces no es justo.