-es un monstruo que, por mucho que me haya dicho que me quiere… sé que no es verdad. Porque los monstruos no pueden sentir amor –en ese momento, el mundo del rubio se quebró, como el más fino cristal, para acto seguido desmoronarse ante sus ojos. Ahora lo único que había eran trozos de lo que había sido la mentira en la que había vivido aquél breve pero maravilloso periodo de tiempo. Esa mentira de cristal se había echo pedazos y ya no podría volver a reconstruirla. Intentó armarla de nuevo para poder seguir andando, presentarse ante el menor como si nada, sonreírle y seguir como antes. Pero solo logró cortarse con los afilados filos de aquellos pedazos de recuerdos cuando volvía a su memoria que le había dicho que le daba igual lo que fuera. “Los monstruos no pueden sentir amor” quizás no podía sentir amor… pero si que sentía dolor. Y uno muy grande y fuerte, tanto, que su corazón estaba encogido en un rincón, tratando de hacer oídos sordos a aquellas palabras tan reales y tan ciertas, intentando, en vano, mantenerse fuerte y entero para que todo pudiera seguir siendo como antes."
©Angel del Diablo, "Chibi Sasu" Capítulo 11 (II).
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