sábado, 9 de julio de 2011

Te echo de menos

"Hace tiempo, cuando las cosas todavía eran solo o blanco o negro, había una chica.
Se llamaba Angel del Diablo. Le gustaba mucho escribir, leer y se apoyaba en las voces que oía en su cabeza. Las cosas a su alrededor no es que fueran buenas, aunque tampoco eran malas. Simplemente iban y venían.

Ella siempre sabía lo que había que hacer. O, al menos, la mayoría de las veces. Cuando dudaba en algo, prestaba atención a las voces de su cabeza, que la aconsejaban lo mejor que podían. A veces las cosas se hacían un lío o llegaban a un punto sin retorno, pero al final siempre había final feliz.

Un día, las voces de su cabeza se fueron. Sin siquiera despedirse, se marcharon. Y entoncés se quedó sola. Tomó conciencia, por primera vez, de que debía cambiar. De que era hora de crecer. Y eso fue lo que hizo.

Las cosas entonces se volvieron mucho más difciles. Había demasiada gente y demasiados sentimientos y nadie le llegaba a explicar nunca nada. Y lo peor de todo era que, cuando necesitaba ayuda, ya no había nadie dentro de su cabeza para aconsejarla. Y al final... cada vez había menos finales felices"

-Te echo de menos, me haces mucha falta

-También te echo de menos. Pero ya sabes que, para que pueda volver, tendrás que cambiar muchas cosas.

-Lo sé. Por eso aún no estoy preparada para darte una respuesta. Por lo pronto sólo puedes quedarte ahí y esperar, Angel del Diablo.

-No te preocupes Nill, aquí se está bien. Tómate el tiempo que te haga falta"


Sentí como se alejaba de nuevo hacia el interior de mi cabeza, donde estaban todos los recuerdos que tenían que ver con ella. 

"Pronto volveremos a ser una y, por fin, volverá a haber siempre un final feliz"

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Full-Metal-Alchemist